lunes, 8 de marzo de 2010

Helado de caramelo



Hay dos cosas que no se me dan : brownies y caramelo; en verdad no sé porque. Desde que estaba en la escuela el azúcar era mi peor pesadilla, siempre se me cristalizaba, ni siquiera el caramelo del flan napolitano me queda bien.


Recuerdo una ocasión en una clase de pastelería árabe, en un exámen para ser exactos, tuve la suerte de preparar algo con caramelo, en realidad no recuerdo exactamente qué, sólo que llevaba EL BENDITO CARAMELO, y lo tuve que preparar ¡¡¡3 VECES!!! para que al final resultara algo medianamente presentable, sobra decir que ni siquiera me acerqué al 10.


Así que ahora que ví este helado de caramelo en este maravilloso blog http://canelle-vanille.blogspot.com/ , me dije, bueno, si te caes del caballo hay que volverlo a montar. Y ahí voy de nuevo, soñando con un hermoso helado de caramelo como el de la foto. Sí claro, yo no sé que pensaba, el resultado no fue el que esperaba, simplemente confirmó el hecho de que el caramelo y yo no nos llevamos.

Espero que alguno de ustedes tenga mejor suerte preparándolo.

Scones de arándanos


Hacía mucho tiempo que no horneaba scones, y no recordaba lo fáciles y rápidos que son. Son muy parecidos a los bisquets (al menos eso le dije a mi familia para que se los comiera), esta receta es muy versátil, pueden sustituir los arándanos por pasas, nueces, frutas deshidratadas, etc.


Son prácticos también, si no tienen tiempo de hornearlos el mismo día que se preparan ( igual que yo ese día), se congelan en la charola y ¡listo! tienen scones para cualquier día de la semana que tengan ganas de un pan recién horneado, duran hasta 3 semanas en una bolsa ziploc.


Scones de arándanos


Adaptada de Martha Stewart´s Baking Handbook

4 1/2 tazas de harina
2 cucharadas de azúcar
2 cucharadas de polvo para hornear
1 cucharadita de bicarbonato de sodio
1 cucharadita de sal
1 taza de mantequilla
1 taza de arándanos
2 1/4 taza de crema para batir (Lyncott, se encuentra en el super en el pasillo de lácteos)
1 yema
Azúcar para espolvorear



En un bowl mediano cernir juntos harina, azúcar granulada, polvo de hornear, bicarbonato y sal. Con un tenedor, trabajar la mantequilla en lo anterior hasta que parezca arena mojada. También se puede hacer con las puntas de los dedos, desmoronando la mantequilla dentro del harina. Deben quedar pequeños trozos de mantequilla cubiertos de harina. Esto dará como resultado una masa quebradiza, clásica de este tipo de preparaciones. Añadir los arándanos.


Hacer una fuente con la mezcla de harina, agregar la crema para batir. Con una cuchara ( o con las manos) unir los ingredientes secos con la crema. Trabajar sólo a juntar los ingredientes, la masa no es homogénea, se desmorona,. Si está muy seca, agregar crema 1 cucharada a la vez.

En una superficie ligeramente enharinada darle forma de un rectángulo de 28 x 18 cm y de 1.2 cm de grosor, trabajar con las manos enharinadas. Usando un cortador de pizza o un cuchillo afilado, cortar en 16 triángulos. Acomodar en charolas previamente cubiertas con papel encerado*, cubrir con plástico y congelar hasta que la masa esté firme, cuando menos 2 horas, o hasta 3 semanas.


Precalentar el horno a 180 °C. En un bowl pequeño batir la yema con la crema para batir restante, barnizar los scones y espolvorear generosamente con azúcar. Hornear hasta que la superficie esté dorada, 30 -35 min (en mi horno fueron 45 min, pero checar a partir de 30 min). Para estar seguros se puede levantar un scone (con mucho cuidado o se rompen) y mirar la base, si está dorada ya están listos.

Enfriar en una rejilla y servir, o si son como yo, prueben uno recién salido del horno, pero ¡cuidado con las quemaduras!


*El papel encerado se consigue en las tiendas de materias primas para repostería, se conoce también como papel estrella (si, tiene pequeñas estrellas rojas marcadas), se utiliza con las estrellas hacia abajo, la parte encerada hacia arriba.























Esta es una nota para estar orgullosa, ¡y lo estoy!